En lo profundo de las entrañas de la institución, envejecemos haciendo fila mientras del otro lado de las ventanas, se arreglan el pelo, se lavan los dientes, y por supuesto, toman café. Un lenguaje secreto es impuesto desde arriba. Las revoluciones sustituyen a las revoluciones, y lo único que cambia es el color del extinguidor en la pared. Una parábola del comunismo o el retrato de la vida en la tierra de la Burocracia.